Me encontré en una cocina amplia pero con pocos utensilios y varias goteras. Me acerqué y observé que estaban en bastante mal estado: algunos incluso tenían óxido, estaba claro que quienes vivían aquí no tenían mucho dinero.
"Mira, allí hay alguien." — me dijo Roy señalando unas figuras. Me acerqué a ellas y me quedé paralizado en el lugar: frente a mi, me encontré a Emily con catorce años. Tenía los ojos abiertos de par en par con una expresión horrorizada mientras sus manos cubrían su boca. Toda ella estaba llena de salpicaduras de sangre. Miré de frente y vi a un muchacho de siete años, pelo negro y ojos verdes, sujetándose el cuello mientras respiraba con dificultad. En el suelo, se encontraba rodeado de un charco de sangre el padre de los dos niños. De su pecho sobresalía el mango de un cuchillo de cocina.
"Me preocupa cómo le afecte recordar ésto..." — le dije a Roy — "No esperaba venir a este momento."
"Es un momento importante para lo que quiere." — respondió Roy.
Escuchamos va