"Angie, ¿puedes venir a mi habitación, por favor? Hemos encontrado en nuestro interior unas bolas de luz que sospechamos que son los poderes y antes de tocarlos prefiero que estés aquí por si acaso. Especialmente porque hay una bola conectada al flujo del poder que está intacta y no sabemos qué es."
"Voy corriendo." — dijo Angie.
— Ya... estoy aquí. — dijo Angie cogiendo aire y cerrando la puerta: había tardado quince minutos en llegar. Se acercó a la ventana y bajó la persiana, dejándonos en penumbra.
— Por si acaso tengo que utilizar la técnica familiar, no quiero que me descubran.
Vi como de forma repentina a Angie le apareció un brillo lumínico muy leve en su pelo: si no estuviésemos en penumbra, hubiese sido imposible de ver.
— Brillas.
— Sí. He dejado mi técnica familiar accesible para poder reaccionar lo antes posible.
— Lo controlas mejor que yo.
— Bueno, mi trabajo es ayudar a controlar los poderes. He aplicado todo lo que sé.
— No sé porqué no pensé en eso, tiene sentido. —