Capítulo 154
—No pasa nada, mamá —dijo Andrés con madurez—. Puedo fingir que soy el único niño en el jardín. Así no me sentiré mal cuando no quieran jugar conmigo.

Cuanto más hablaba así, más triste se sentía Carolina y más intenso se volvía su odio hacia Daniel.

***

El auto se detuvo frente a la casa. Me sorprendió ver a los abuelos maternos de Sofía esperando en la entrada. Miré a Daniel.

Él bajó a recibirlos: —¿Cómo es que vinieron?

La última vez que los vieron, la abuela Liliana estaba postrada en la cama del hospital, en mal estado.

—Cuando despertó hace unos días y supo que Sofía había ido a verla, mejoró mucho —explicó Jorge—. Hoy finalmente le dieron el alta y quería ver a Sofía. ¿No los molestamos? Si es inconveniente, nos vamos enseguida.

Al ver que Jorge ya se disponía a ayudar a Liliana a marcharse, Daniel se apresuró: —Mejor entremos y hablamos dentro.

Aunque Sofía había superado su bloqueo emocional, todavía no podía hablar con sus abuelos. Parecía sentirse culpable por ello y los seg
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