Capítulo 43 —Es raro todo, ¿no?
Narrador:
A mitad del camino, con el viento entrando por la ventanilla abierta y la mente aún revolcada por lo vivido, Sasha tomó el teléfono y marcó el número de Natalia.
—¿Aló?
—Soy yo —dijo Sasha, sin vueltas —Estoy volviendo.
Del otro lado hubo un breve silencio. Luego, la voz de Natalia bajó un tono, con esa mezcla de alivio y sentido común que solo ella manejaba con maestría.
—Bien. Déjame a mí.
Colgó sin más. Natalia dejó elo que estaba haciendo y cruzó la mansión con paso rápido. Algunos empleados la saludaron al pasar, pero nadie pareció prestarle demasiada atención. Estaban acostumbrados a que anduviera de un lado a otro. Ella salió por la puerta principal y comenzó a caminar hacia el camino de entrada. Cuando estuvo fuera del alcance de miradas curiosas, echó a correr. Se quitó el delantal en el trayecto, y llegó justo al borde del sendero, donde el polvo aún no se había asentado del todo. Unos segundos después, la camioneta apareció. Sasha f