Abel se puso en posición de pelea, no iba a dejar que ese Alfa le arrebatará a Valentino, era el tesoro de su ángel, los tuvo y los perdió ya no había vuelta atrás

— Regrésame al cachorro Alfa, debes entender que alguna vez tuviste a su madre contigo pero la perdiste, ahora ella y yo somos felices, tenemos una familia, el cachorro está bien cuidado y protegido

— ¡Nunca, nunca te voy a dejar a mi familia, ella es mi luna, la mujer que la diosa creó para mí y este cachorro es carne de mi carne y sangre de mi sangre, me lo voy a quedar por qué es mío, no me vas a robar lo que por derecho me pertenece! — Lizandro estaba por dejar ver sus afilados colmillos, abrazaba a su cachorro que seguía entretenido en jugando con el traje de su padre

— ¡Por la diosa, el cachorro es igualito a ti Lizandro, tiene tu mismo color de ojos, tus facciones y te ha reconocido! — Many estaba muy impresionado por el rumbo que habían tomado las cosas

— No te lo diré otra vez Alfa, dame al cachorro, su lugar es co