Tú mataste a nuestro cachorro...
Con Alejandra inconsciente, los Alfas querían asesinar a la responsable. Más la beta se encontraba cerca en una de las camas continuas y precisamente llamaba al Alfa Salvatore.
— Leonardo... Estoy aquí... Yo no quise, no quise que esto pasara, pero Alejandra está muy celosa de mí, por favor no me culpes. — Esmeralda utilizaba esa voz melosa que solía funcionarle en el pasado, pero que está vez no sería igual.
— Aquí estás, maldita sea, ¿Por qué fuiste a buscarle pelea a mi luna? ¿Qué parte no te ha quedado claro que lo nuestro terminó hace años?
— !Solo le dije que yo te quiero, que si ella ya está decidida a hacer su vida con ese Alfa que es su amante, que me deje el camino libre contigo, es muy egoísta de su parte querer tenerlos a los dos! Mírame Leonardo... Ella me ha dejado así, resultó ser una fiera, tan mustia que se ve, pareciera que no quebra un plato, pero por poco me mata.
Efectivamente la beta tenía heridas hechas por las garras de Alejandra, y sí, la luna querí