Quizás ella todavía pueda regresar a mí.
Procesar que había sido engañado vilmente por la loba a la que alguna vez le tuvo mucho cariño, llenó de furia al Alfa. En ese mismo momento iba a ir a por ella.
— !Esa perra está aquí, en una de las camas de la enfermería, hazte a un lado! — Leonardo pasó por un lado de su hermano para ir a buscar a la beta, más al llegar a su camilla se pudieron dar cuenta de que la loba ya no estaba, había escapado quizás por la ventana y entrado al bosque.
Resultó que Esmeralda se estaba haciendo la herida y lastimada como solía hacerlo, pero la verdad era que ya estaba mucho mejor. Y lo había demostrado saltando sin dificultad al frondoso bosque.
— Maldita, espero que se la coma una de las bestias salvajes que viven ahí dentro. — expresaba Petya. El en verdad despreciaba a esa loba mentirosa.
— Petya ordena a unos de nuestros centinelas que vayan tras ella, diles que no le pierdan la pista, esa desgraciada no va a escaparse de mí. — El Alfa Salvatore nunca la habianodiado tanto.
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