Joshino se presenta con Aria.
El cachorro del Alfa Romano, tenía curiosidad por conocer a la nueva luna que la diosa le había dado a su padre. Así que se quedó en su habitación.
— Para mí también es un placer conocer a un cachorrito tan apuesto. ¿Sabes cuánto he dormido?
— Algunas horas, papá dijo que te habían medicado para que no sintieras mucho dolor en la pierna. También dijo que te salvó de que un enorme puma te comiera.
— ¿Papá...? ¿Eres... eres hijo de él...? Claro, por eso es que te le pareces tanto. Ese Alfa tiene mucha suerte de tener un cachorro tan adorable como tú, Joshino.
— ¿Verdad que sí? Yo también pienso lo mismo, ¿Sabes? Papá me contó que la diosa te ha dado como compañera a él.
— Si... Yo también sentí el llamado, no se lo digas pero... Tu padre me atrae de la misma forma que la luz atrae a una polilla. El es... tan imponente, tan apuesto, tan perfecto...
— Si que te gusta mucho mi padre, ¿Eh?
— Si... Me gusta, pero no solamente es eso, quisiera... quisiera estar cerca de é