Déjame hacerte mía...
Los dos sobrenaturales se fueron recuperando de a poco, pero al vampiro tuvieron que sacarlo del cuarto de Joshino, su compañero quería su cama, además de necesario no levantar sospechas.
— ¡No me quiero ir de aquí, todavía no estoy recuperado, no me saquen, no voy a dejar a mi chica con este lobo que seguramente es un pervertido, mírenlo, tiene toda la cara!
Gritaba el herido y malhumorado vampiro, se rehusaba a ser sacado del edificio, pero Leo, Lionel, y Lorenzo, se lo llevaron aún en contra de su voluntad.
— ¡Pero que escandaloso es este chupa sangre, no es como si se pueda quedar para siempre en el cuarto de Joshino, es tan absurda su petición, deberían de ponerle un bozal?. — Lionel, no estaba con mi ha paciencia esa noche, no había podido divdetirse con la brujita por andar cuidando de sus prospectos a cuñados.
— Yo no he podido eYar a solas con Joana para platicar siquiera, ella no se ha querido zepaide su hermano, y me tiene muy abandonado. Odio está situación, qui