La tensión en las tiendas Cosette estaba a flor de piel.
Hacía unas horas había sucedido un gran revuelo en el lugar, y como era de costumbre, la señorita Blaine respondió como solo un Blaine lo haría.
Aquello había causado muchos pensamientos revueltos. Algunos estaban de acuerdo y otros en desacuerdo en cómo ella había actuado en tal situación.
Muchos decían que había sido apática y otros indicaban que era más que obvio que los padres de los niños intentaban manipularla.
Rachel no había dicho nada. Jared, quien había tenido que irse hacía unas horas, solo le dijo que había hecho lo correcto, mientras que Sierra, quien estaba en silencio y observaba una que otra vez de manera culpable a Rachel, solo hacía que le molestara aún más la situación.
—¿Seguirás con eso? —Sierra la observó furiosa, y con voz llena de enojo habló hacia su mejor amiga.
—Por supuesto que seguiré. Tú no eres la mejor persona de todas, pero jamás querría que te alejaran de tu hija, imagina lo que está pasando esa