LEANA
Los problemas en los casinos son muy comunes ya que las
personas por lo general nunca saben como retirarse, los adictos al juego no
saben detenerse y es ese mi mayor problema.
—Entonces que piensas hacer para
pagarme—bebo de la copa mirando al sujeto que llora—no soy un hombre malo, pero
me convierto en uno cuando quieren robarme.
—No, yo no quiero robarlo señor,
perdóneme, yo voy a conseguir el dinero, deme hasta mañana por favor.
Uno de mis hombres me entrega la carpeta con todos sus
datos, cuando los jugadores entran a jugar una gran cantidad de dinero, lo
investigamos, para saber de dónde agarrarnos cuando pasa este tipo de
situaciones.
—Detesto que quieran verme la cara
de odiota.
—No señor, yo le juro, le prometo
que mañana mismo tiene su dinero.
—Como no confio en jugadores
viciosos como tu, mis hombres amablemente van a escoltarte hasta tu casa, te
daré hasta mañana al caer el sol para que traigas mi dinero, o si no,
personalmente delante de toda tu familia voy a cortart