71. Loco
—¿La dejaste pasar? —Gerald hierve de la rabia—. ¿A una Montgomery? ¿La dejaste pasar?
—¡Está pálida como una pared! Me parece que está herida. Y trae a unos recién nacidos. ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué la asesinara en frente de esos niños?
Gerald está descomedido. A Aleksander lo deja con la palabra en la boca mientras sale de ésta oficina, acorta la distancia, saca su pistola y al entrar al salón de la terraza lo primero que hace es apuntar directo a la cabeza de Tatiana Montgomery.
—¡No lo hagas! —Gerald abre los ojos. No faltaba otro segundo para jalar el gatillo, pero no. El grito de Tatiana lo inmoviliza, porque carga un bulto en sus brazos—. ¡No lo hagas, Van Rome!
—¡Largo! —Gerald expele su rabia—. ¡Si no quiere que le vuele la cabeza lárguese! ¡Ahora! A ti te mataré cuando acabe con ella —se dirige a Aleksander enfurecido—. ¡Largo! —grita Gerald—. ¡La quiero fuera de mi edificio ahora!
—¡¿Y qué harás?! —Tatiana Montgomery tiene manchado su brazo en sangre—. ¿Le dispararás a