37. Bellísima
En lo que resta de la noche Gerald no aparece. Está en su habitación averiguando notas y algunas cosas acerca de la enseñanza que les dará a los niños. Tiene exactamente tres días para tener un plan que convenza a la directora Letty. Tendrá la cabeza en esto y no sabe cuán feliz está. Entrada muy la madrugada, cerca de las 12:00, Gerald sigue sin aparecer. Se acerca a la habitación donde duerme su esposo y con un suspiro, permanece allí pensativa, con las manos en la pared.
«¿Por qué no ha llegado?» se pregunta Scarlett por lo bajo. No le ha agradecido como debería y por una parte se siente mal de no haberlo hecho anteriormente. Lo hará cuando consiga el momento. ¿O no? después de lo que sucedió entre los dos hoy en su oficina estar en su presencia no es precisamente lo que quiere hacer. Aguantarse de verle los labios o pensar constantemente en sus manos callosas y a la vez suaves en su piel. Scarlett sacude la cabeza volviendo a su habitación.
Un hombre esconde su verdadera identidad