32

Me despierto de un suspiro al oír la cerradura de la puerta abrirse. Tengo el cuello dolorido de dormir en el sofá y la espalda me estalla cuando me siento y clavo la mirada en Sam. Pasa por el recibidor a duras penas, balbuceando cosas que no entiendo.

Cojonudo, está borracho y yo agotada y dolorida.

—Ese es tu padre —susurro.

Me acaricio el vientre y miro a Sam con cara de pocos amigos cuando llega hasta el salón y está a un par de centímetros de mí. Alzo la mirada para encontrarme con sus ojos apagados e inyectados en sangre y su sonrisa de suficiencia.

Se pasa las manos por el pelo y se ríe entre dientes.

—Estás borracho —le reprocho.

—Siii, pero sólo un poquito. —Arrastra las palabras y junta el índice y el pulgar delante de su cara, como gesto de que ha bebido poco—. Pero no estoy borracho... bueno, sí, pero es por tú culpa —me espeta entre carcajadas.

Se deja caer en el sofá a mi lado, recuesta la cabeza en el borde y se ríe de nuevo.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo