Capítulo 17.
MAIA CARRIZALES.
Mauricio y yo vemos sorprendidos la casa enfrente de nosotros, después, intercambios miradas antes de volver a ver la casa.
—¿Se encuentran bien?
Mauricio y yo vemos al chófer, luego nos vemos el uno al otro antes de volver a ver al señor y asentir.
La puerta de la casa se abre y nos deja ver a una mujer con vestido de sirvienta.
—Buenos días —nos dice—. Bienvenidos, adelante, por favor.
Mauricio y yo nos vemos antes de entrar y decirle gracias a la señora mientras el chófer y otras personas traen nuestras maletas.
—Buenos días, señora Luna y señor Castro.
Mauricio me voltea a ver confundido.
—¿Luna?
Le sonrío nerviosa y alzo los hombros.
—Soy Laila, la encargada de cuidar esta propiedad, cualquier cosa que se les ofrezca o quieran me lo pueden decir a mí o a cualquier otro empleado de la propiedad —continúa con su presentación la señora—. Supongo que están cansados, déjenme llevarlos a sus habitaciones, por favor.
—Está bien, gracias —le digo.
La señora se da la vuel