Me duele la cabeza. No siento mi cuerpo ¿Qué ha pasado?, respiro entrecortado. Abro mis ojos pero sigue siendo oscuro. Trato de moverme pero estoy sujeta a algo.
—Vaya, ya has despertado— encienden la luz y me dejan ciega. Mis ojos tardan en acostumbrarse, puedo visualizar a un hombre obeso y calvo, usa traje negro a rayas y muchos anillos.
—¿Qué?— digo en un susurro
—¡¿Pero que estás sorda?!— grita y eso hace que la cabeza duela más.
—No, ¿Qué ha pasado?— repito con esfuerzo y repaso mi cuerpo. Estoy atada de pies y manos a una silla.
—Pues ¿Qué va a pasar?— pregunta burlón, comienza a acercarse a mí y el pánico me inunda.
—¡SUÉLTEME! — grito y un fuerte impacto me dobla la cabeza, me ha golpeado, Dios, me ha golpeado. Un fuerte flash me ciega de nuevo, p