ANNA
—Ya estás lista —digo a mi hija mientras ella se sostiene los pies.
Le he puesto un conjunto de hilo lila y una pequeña diadema con un moño.
—Anna, buenos días —Holly se asoma por la puerta.
—Buenos días, cariño pasa —digo, ella entra a abrazarme y acerca a su hermanita para besar su mejilla.
—¿Dormiste bien? —cuestiono peinando su cabello.
—Muy bien, me levanté tarde y solo quedamos nosotras para desayunar, vine para que vayamos juntas, además no quería desayunar con ella —hace cara de desagrado y no debe decirme quién es ella.
—Claro que si, cielo, extrañé mucho desayunar contigo. Ella sonríe, tomo su mano y en el otro brazo llevo a Nathalie.
Vemos hay mucho movimiento en la casa.
—Buenos días, Anna —Ava se acerca—, buenos días, princesa —le habla agudo a mi bebé—, puedo llevarla a dar un paseo, así pueden desayunar.
—Gracias, Ava —se la entrego, creo que mis padres se pondrán celosos, hay muchas manos para Nathalie ahora y con todas se siente cómoda.
—Iré contigo, Ava, pero pr