EL PRIMER BESO... DESPUÉS DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 40. Un encierro involuntario
EL PRIMER BESO... DESPUÉS DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 40. Un encierro involuntario
Rebecca se levantó tarde aquella mañana. La noche anterior había sido un torbellino de emociones que no quería ni siquiera empezar a analizar. Así que decidió que lo más sensato era fingir que nada había pasado, aunque su propio reflejo en el espejo le recordó lo difícil que sería: tenía las mejillas sonrojadas solo de recordarlo y una expresión que no era precisamente de indiferencia.
Y por otra parte el clima tampoco ayudaba. Mientras que el día anterior había estado soleado y radiante, ahora la ciudad amanecía bajo una lluvia torrencial. El cielo gris y las ráfagas de viento golpeaban con fuerza los ventanales del hotel dejando entrar un frío húmedo y extraño. Y eso significaba que no había posibilidad de salir a caminar ni de distraerse recorriendo tiendas; estaban atrapados entre esas paredes, uno con el otro.
Rebecca suspiró, se recogió el cabello en una coleta improvisada y salió hacia la sala común d