AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 4. Cosas peores.
AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 4. Cosas peores.
Carter sintió cómo la nieve cedía bajo sus pies. Fue un instante confuso, un crujido seco que le recorrió el pecho como un disparo. Sin pensarlo, abrazó a Chelsea, rodeándola con los brazos como si pudiera hacer una coraza que la protegiera de lo que viniera. Sintió que se abría un hueco bajo ellos, y al menos dos metros de nieve que los tragaron hacia un suelo más blando y cálido, como si la montaña misma los hubiera absorbido.
Chelsea gimió débilmente y Carter, sin pensarlo, le cubrió la boca con una mano, obligándola a contener el aliento. El corazón le latía con fuerza, no solo por la caída, sino por la incertidumbre de lo que los rodeaba. Solo esperaba que la madriguera fuera demasiado grande para ser de un oso, y que el silencio que los rodeaba no estuviera a punto de romperse de la manera más peligrosa.
—¡Cálmate! —susurró, con la voz firme pero baja—. Respira… respira despacio.
Ella cerró los ojos, tratando de controlar la to