CLARIS:
Observé cómo el sol comenzaba a ocultarse entre los árboles mientras Iselda nos guiaba hacia un claro sagrado en lo profundo del bosque. Podía sentir la energía antigua vibrando en el aire, y el susurro de las hojas parecía contar secretos ancestrales.
—Este lugar ha sido testigo de innumerables rituales —explicó Iselda con sabiduría y tranquilidad—. Aquí, el velo entre los poderes es más delgado. Miré a mi hermana Clara, intentando ocultar mi nerviosismo, aunque sabía que ella podía sentirlo de todos modos. A unos metros, Kieran permanecía en silencio, y podía percibir su aura carmesí, contenida pero palpable, llamándome como siempre lo hacía. —El poder carmesí es como un río salvaje —comenzó Iselda, mientras dibujaba un círculo con cenizas sag