KIERAN:
Avancé directo hacia mi casa principal, pero me detuve al recordar que la traidora Sarah estaba en ella; no quería tener que ver con ella. Además, tampoco quería introducir a los cachorros en mi lugar. Giré rumbo a la casa blanca de los invitados, donde había tenido a la humana. Al entrar, los cachorros corrieron hacia la habitación buscándola, pero regresaron al encontrar la cama vacía. De vuelta, me encontraron sentado en el sofá, con mi beta y mi gamma frente a mí.
—Fenris, esperemos hasta mañana para saber qué descubren los brujos sobre las marcas que tienen las humanas en su pecho. Pero llama a los investigadores humanos y haz que averigüen todo sobre la vida de ellas desde que nacieron —dije, sintiéndome muy cansado—. También que busquen a una madre soltera que se llama Elena, con dos niñas pequeñas gemelas, rubias; u