Capítulo 43. Un beso inocente
Alex llegó primero a la escuela, ajustando su reloj mientras esperaba junto a la reja. Sabía que Marcus lo había enviado. No era la primera vez que recogía a Camila. Era una rutina que él disfrutaba más de lo que admitía.
Minutos después, Eve apareció, impecable y decidida, con el cabello recogido en una trenza que resaltaba la elegancia natural que siempre la había distinguido. Ella también venía con instrucciones: Sofía le había pedido que buscara a Camila.
Sus miradas se cruzaron y el aire se volvió más espeso.
— ¿Tú? —dijo Alex con un gesto contenido de sorpresa.
— Sofía me pidió que viniera. ¿Y tú?
— Marcus. Parece que ambos tenemos autorización.
Y sí, cuando la secretaria revisó los papeles, confirmó que los dos estaban en la lista. Ambos podían llevarse a la niña. Pero eso no calmó el momento.
— Camila va conmigo — dijo Alex, con firmeza—. Está con su padre.
— No. Sofía me pidió que la llevara con ella — respondió Eve, alzando una ceja.
Antes de que la discusión pudiera encender