Mundo ficciónIniciar sesiónLa oficina de Don Ricardo en el piso ejecutivo de Montes Industries nunca había parecido tan pequeña. Diez personas llenaban el espacio—abogados, estrategas de comunicación, el director de seguridad, y tres miembros del consejo que Don Ricardo consideraba completamente leales—todas mirando las proyecciones financieras que pintaban cuadro cada vez más sombrío.
—Si Samuel libera esas fabricaciones sin que hayamos preparado el terreno—, decía el director financiero, señalando gráficos que mostraban múltiples escenarios de desastre—, perderemos entre treinta y cuarenta por ciento de nuestro valor de mercado en las primeras setenta y dos horas. Eso es antes de que podamos siquiera comenzar a probar que son falsas.
Camila observaba desde su posición junto a la ventana, Alejandro a su lado con mano descansando pesadamente en su bastón. Habían dormido tal vez tres







