Mundo ficciónIniciar sesiónEl mensaje llegó a las diez de la mañana, tres días después de la reunión del consejo. Camila estaba en la oficina que Don Ricardo le había asignado—pequeña pero funcional, con vista a la ciudad que nunca dormía—cuando su teléfono vibró con número desconocido.
"Necesitamos hablar. Sin Alejandro. Sin abogados. Sin tu suegro mirando sobre tu hombro. Solo tú y yo. Es importante. - SD"
Debió borrarlo. Debió mostrárselo a Alejandro inmediatamente, dejar que él y su equipo legal manejaran lo que claramente era otra manipulación de Samuel. Pero algo en el mensaje—la urgencia, el tono casi desesperado que era tan diferente de su arrogancia usual—la hizo pausar.
Respondió antes de poder pensarlo mejor: "Lugar público. Marcus presente. Cinco minutos de tu tiempo y ni uno más."
La respue







