POV - Valeria

No sabía cuánto tiempo había pasado. Los días se habían convertido en un mismo y largo túnel gris. La habitación estaba en penumbras, las cortinas cerradas, y yo… yo apenas era una sombra de mí misma. Me miraba en el espejo cada mañana y solo veía un rostro demacrado, ojeras profundas, la piel pálida como si la sangre me hubiese abandonado.

Me dolía existir.

Había momentos en los que Armando se sentaba junto a mí, me abrazaba en silencio, me acariciaba el cabello. Yo sentía su calor, su fuerza, pero no lograba responderle. Dentro de mí, algo estaba roto. Lo amaba, con cada fibra de mi ser, pero al mismo tiempo me sentía la peor traidora. No importaba que no recordara nada de aquella noche. Las marcas en mi cuerpo eran crueles recordatorios de que había estado con otro hombre, aunque fuera bajo los efectos de una droga.

Era un peso que me aplastaba. Me había defraudado a mí misma. Y sentía, aunque él no me lo dijera, que también lo había defraudado a él.

Ana entraba de ve