Capítulo 50.
POV Valeria
Nunca pensé que la espera pudiera doler tanto. Cada noche se volvía un suplicio, un desgarro lento. El teléfono satelital nunca se apartaba de mi lado. Lo llevaba a todos lados como si fuera un talismán, un cordón umbilical invisible que me mantenía unida a él. Cada vez que vibraba o sonaba, mi corazón latía con violencia, pero la mayoría de las veces eran solo falsas alarmas, llamadas internas de la empresa o notificaciones de rutina. Nunca era su voz.
La última vez que escuché a Armando habían sido palabras breves, rápidas, sin darme detalles de dónde estaba ni qué tan mal la estaban pasando. Solo me repetía que me amaba y que pronto volvería. Y aunque me aferraba a eso, el silencio que siguió fue como un cuchillo lento desgarrándome las entrañas.
Cinco noches de insomnio absoluto, con los ojos abiertos mirando al techo de la mansión, esperando escuchar ese timbre del teléfono. Cinco noches de caminar descalza por los pasillos como un fantasma, preguntándome por qué me d