Capítulo 101.

POV Valeria

La madrugada había caído como un velo pesado sobre la mansión, y sin embargo, yo no podía dormir. La casa estaba en silencio, apenas interrumpido por el murmullo distante de los guardias que hacían rondas en el jardín. Era un silencio engañoso, porque dentro de mí reinaba el miedo. Armando ya no estaba aquí.

Se había ido.

Cuando lo vi marcharse, con esa mirada fría y resuelta, sentí que el suelo se abría bajo mis pies. Me prometió que regresaría, que no importaba lo que sucediera, encontraría la forma de volver a mí y a los niños. Pero sus palabras, aunque firmes, no lograban silenciar ese miedo que me apretaba el pecho: y si esta vez no volvía…

Me senté en el balcón de nuestra habitación. La brisa nocturna me erizaba la piel, pero no era el frío lo que me helaba, sino la imagen mental del lugar al que había ido. Venezuela. La selva, el calor sofocante, los campamentos guerrilleros en medio de la nada. Territorio enemigo. El infierno.

Podía imaginarlo avanzando entre árbol
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP