Yo soy Raquel, y en dos semanas será la boda de Catalina y Luis. Todo el mundo está emocionado — especialmente Martín y Sofía, que son el padrino y la madrina. Estos últimos días han sido de mucho trabajo: preparar la decoración, el banquete, los vestidos... pero también de muchas alegrías.

Esta mañana, Catalina, Sofía y yo fuimos a la tienda de vestidos de novia. Catalina probó varios modelos, pero cuando se puso uno de tulle blanco con mangas cortas y flores en la cintura, todos nos quedamos en silencio. "¡Eres la más bonita del mundo, hermana!" le dije.

Catalina se miró en el espejo y lloró de alegría. "No puedo creer que esto esté pasando," dijo. "Un año atrás, estaba sola, triste y con miedo. Ahora tengo amor, familia y un futuro."

Sofía se acercó a ella y le dijo: "Tía Catalina, cuando te cases con tío Luis, serás mi madrastra de verdad. Y yo seré tu hijastra."

Catalina se agachó y le abrazó. "Sí, mija," dijo. "Eres mi hijastra de verdad, y Martín es tu hermano. Nosotras somos u