Isabela viendo la reacción de su amiga preguntó desconfiada:
—¿Qué pasa? Parece que viste un fantasma.
—No, nada... tonterías —trató de esconder el celular, pero ya era demasiado tarde.
Isabela, con un movimiento rápido y firme, le quitó el celular de las manos a su amiga. Sus ojos recorrieron la pantalla con velocidad hasta que se detuvieron en la imagen.
—¿Quién es esa mujer? —dijo entre dientes, casi sin voz—. Ya he visto a esa mujer en algún lado...
Se llevó la mano a la cabeza, tratando de conectar los recuerdos.
—La empresa... ¡Eso es! ¡Vi a esa mujer en la empresa de Thor!
—¿Qué? —exclamó Livia, ya aprensiva.
—¡Es empleada de él! Solo puede ser... Debe ser alguna asistentita cualquiera que decidió llevarse. ¡Solo puede estar bromeando si piensa que me va a cambiar por una cualquiera!
—Tranquila, Isa... no debe ser nada grave. Ya sabes cómo es: esos viajes, eventos... a veces los empleados acompañan a los jefes...
Isabela giró el celular frente a la cara de su amiga, ap