En la mañana suena mi alarma, me levanto, voy al baño, hago mi rutina diaria y me arreglo para ir a trabajar, tomo mis cosas y salgo de casa. Pensando que seguro veré de nuevo al señor Italiano “el acosador” No puede entender que no quiero una relación con nadie, yo no me voy a arruinar mi futuro perdiendo el tiempo que puedo dedicar a mis estudios. Suficiente tuve con crecer sola, sin familia.
Quiero graduarme, crecer profesionalmente y ser reconocida como la mejor chef de Argentina. Así, las personas que me dejaron abandonada verán que no necesito de ellos para ser una persona íntegra y exitosa. No quiero que mi pasado defina mi presente y mi futuro, por eso he decidido crear una barrera para alejar todo aquello que quiera distraerme de mis objetivos y este hombre no será el que me haga cambiar de opinión.
Ha sido difícil para mí crecer de esta manera y aunque he tratado de dejar ese pasado atrás se me hace imposible. Cada vez que veo una pareja feliz o a unos padres paseando a sus hijos, no dejo de preguntarme que le pude haber hecho yo a mis padres para que me despreciaran de semejante manera. Es que no hay explicación coherente para que tus progenitores te abandonen, ese tipo de cosas alteran notablemente mi humor, por esa razón prefiero ser solitaria y reservada porque nunca falta el gracioso que quiera sacar un chiste de algo tan doloroso como es ser huérfano o ser abandonado.
Desde el día que tuve uso de razón y entendí lo que unos padres amorosos pueden ofrecer a un niño, juré que no volvería a ser una estadística más del sistema. Por eso creceré profesionalmente para que el día que decida formar una familia tenga como salir adelante sola con un hijo y no me toque abandonarlo.
Soy Antonella Fernández, tengo 21 años, tengo los ojos grises, soy blanca, tengo el cabello rubio cenizo, mido 1.70 de contextura delgada con atributos. No tengo familia crecí en un orfanato en el cual fui abandonada cuando nací, estuve en ese lugar hasta los 18 años, ya que nunca fui adoptada, cosa que agradezco porque a mis antiguos compañeros no les fue nada bien con las familias que les asignaron mucho de ellos terminaron en peores condiciones que en el orfanato. Cuando cumplí la mayoría de edad empecé a vivir por mi cuenta, cosa que no fue fácil. Pero gracias a Dios tengo una beca la cual me permite estudiar la carrera de chef. El cual es mi mayor sueño, estoy a 2 años de graduarme, trabajó en un restaurante de Buenos Aires, aquí me permiten poner en práctica algunas cosas y aprendo otras tantas.
Vivo en una habitación rentada a 2 cuadras de mi trabajo, eso me permite cumplir el horario, en las mañanas estudio y luego trabajó hasta las 11 de la noche, esa es mi rutina desde que salí del orfanato excepto los fines de semana que suelo hacer turno doble para ganar más dinero. Aunque desde que ese italiano acosador comenzó a venir al restaurante mi situación ha mejorado un montón, ahora puedo permitirme ciertas cosas que antes no podía.
Llegó al local, guardo las cosas y me coloco a trabajar, es domingo, así que está muy lleno este lugar, se me van las horas. Cuando me percato son las 9:30 pm y no vino mi acosador personal como le dicen mis compañeros en el trabajo, me parece extraño, ¿será que se ofendió porque lo que le hice el día viernes cuando me entregó la rosa? Es lo más probable, aunque ayer tampoco vino, me parece extraño, seguramente estuvo muy ocupado su día. Creo que de alguna forma me estoy acostumbrando a su acoso, ¿Qué hago yo pensando en él? Es mejor si ya no vuelve. Así que no tengo nada que ver con él y mis compañeros de trabajo dejan el tema con ese señor, es más, he notado que mi jefe se pone muy feliz cuando lo ve aquí, mi turno por fin termina.
Me voy a mi cuarto a descansar, ya que mañana toca iniciar una nueva semana de instituto. Cuando llegó a la habitación me doy una ducha para quitar de mi cuerpo el olor a comida y después me coloco a repasar mis apuntes porque tengo examen mañana, dejo todo listo y me recuesto en la cama, no supe en qué momento caí en los brazos de Morfeo…
Desperté temprano, hice mi rutina de aseo, prepare un delicioso desayuno y comí mientras veía las noticias, siempre me gustaba estar al tanto de lo que sucedía en el país, sobre todo por el tema de los crímenes contra mujeres, los cuales se han hecho muy famoso con el pasar de los años. Cuando el noticiero terminó tomé mis cosas y me fui al instituto en el cuales apenas entre los babosos comenzaron con sus tonterías. Parece mentira, pero mientras más rechazas a los hombres más se te pegan, es como una regla, veo a muchas chicas perder el tiempo persiguiendo a mis compañeros para llamar su atención. Y ellos ni las determinan, pero a mí que no me interesan no me dejan en paz, cosa que me molesta.
Los ignoró como todos los días y entró al salón de clases esperando ver a mis dos amigos, los cuales por lo visto no vienen hoy, repaso mis apuntes y entra el profesor a aplicar la prueba… Estos siempre son los minutos más tensos de mi vida y es que aunque estudie no dejo de sentir inseguridad hasta que entregan los resultados. Sé que a muchos le parece algo tonto, pero yo me juego mu futuro en cada evaluación porque un mínimo error me puede costar mi beca y eso sería perder todo, por lo que tanto he luchado en definitiva mi futuro. Término de responder la prueba y comienzo a leerla una y otra vez, a ver si encuentro un error, es gracioso ver a las compañeras que no estudian tratar de observar las respuestas de mi examen y para evitar malos entendidos con los profesores decido entregarme y abandonar el aula.