Estaba a punto de acostarme cuando recibí un mensaje de Marie con una invitación a cenar. Quise responderle para cancelarle, pero decidí que era más formal si la llamaba, de ese modo podía darle una excusa sólida del porqué no podía verla.
Pero su teléfono se hallaba ocupado, eso me fastidió un poco porque si hay algo que odio es que me incluyan en planes que no deseo, nunca me había me ha gustado que nadie decida por mí.
Soy un hombre hecho derecho, un empresario muy ocupado, el cual lleva una agenda que cumple al pie de la letra y cuando me salgo de ella es solo porque así lo deseo o porque me conviene, esa es la verdad. Un poco molesto dejé el teléfono a un lado y me acosté a dormir pensando en los próximos viajes que tenía que hacer, pensé que quizás esa era la solución para poner un poco de espacio entre nosotros y dejarle claro que si no me molestaba que fuéramos amigos que nos estuviéramos conociendo tenía que respetar mis tiempos.
En la mañana me levanté y fui a la oficina ign