Rowan
Al despertar me encuentro con la mirada de Orlando, que está senado a mi lado, acariciando mi cabello.
— ¿cómo te sientes?
— … Ya mejor
— ¿tienes hambre?, vamos, te invito a desayunar - dice intentando animarme.
— no tengo mucha hambre, preferirá quedarme aquí
— entonces, déjame ordenar algo y comemos aquí juntos, ¿te parece?
— está bien … ¿Y Verónica? ¿No estaba aquí?— pregunto al percatarme de la ausencia de mi amiga
— ella dijo que haría un par de compras, seguro que no tarda en volver … Por cierto, no quiero ser indiscreto, pero ¿ella está bien?... Es solo que me pareció ver un golpe en su rostro.
— ¡eh! Sí, bueno, en realidad la asaltaron hace un par de días y el imbécil la golpeó cuando intento defenderse - digo lo más creíble que se me viene a la mente en ese momento.
—¡Pero qué malditos! ¿Y realizó una denuncia?
— ¡eh! Si, ya lo hizo - espero que mis palabras no afecten en nada a Verónica, obviamente no puedo decir la verdad.
Orlando ordena algo para de