El cazador paso a ser la presa.
Narra Matías.
No podía concentrarme en nada, esta vez no quería reaccionar como mayormente lo hago, me pareció denigrante ir a ella y tomarla del brazo para exigirle una explicación, no tenía por qué y aun sabiéndolo todavía no deja de enfadarme.
«Voy a enloquecer»
«Tengo tantas cosas en las que debo pensar e Ignacia me acapara todo el tiempo y la energía» expulsé el aire y volví a absorber sintiendo un leve dolor de cabeza por el estrés.
El sonido del teléfono me trajo de vuelta a la realidad.
—Señor. Roberto me ha informado que ya recuperó la mercancía robada—, me informa Daniel y debería alegrarme porque deseaba mostrarle a Ráelo Martínez que conmigo no se juega.
—Buen trabajo Daniel…, — cuando estaba a punto de hacerle otro pedido para una entrega que tenemos, la puerta fue abierta y abruptamente detuve mis palabras cuando vi que se trataba de mi capricho que viene con una bandeja, deja el café frente a mí y se me queda viendo.
—Daniel, hablamos cuando termines— con eso últ