Cedrik continuó:
—La maldición tenía una debilidad y es que, si existía un amor puro entre ambos, la maldición se rompería y así fue. Vivieron juntos en tranquilidad por cientos de años, fue que en uno de mis viajes los conocí, en la aldea de humanos más cercana a su hogar todos pensaban que eran una pareja normal, pero no tenían idea de que estaban ante la presencia de seres sobrenaturales. Tus padres me animaron a quedarme con ellos por un tiempo y fue así que me entere que Itharial estaba embarazada de ti. La gran preocupación de tus padres era lo que podría suceder si este ser celestial que la maldijo se enterara de su relación y peor aun si supiera que de su unión resulto en un hijo. Decidieron viajar e instalarse a las afueras de otro pueblo humano, la llegada de tu padre al pueblo trajo abundancia y con tu madre trajo paz. Los aldeanos los valoraron y juraron lealtad. Cuando naciste, fue una celebración de tres días, todos estaban felices y juraron defenderte. Creciste junto a