Él
Nos adentramos al auto y Enzo comienza a relatar que nadie ha salido con vida, miro a Esther quien se limpia con un par de toallas húmedas el rostro.
—¿Te han hecho daño? —pregunto y ella niega
—No, solo me mataban de hambre —asiento
—Ahora si, ¿puedes describirme al hombre que te ha secuestrado? —no quiero que olvide ni un solo detalle porque esto nos puede llevar a un buen final.
—¿Cómo? —pregunta Enzo pero yo le silencio tratando de que ella dde los detalles cuanto antes.
—Tiene el cabello lar