Durante la cena Fiorela comió con algo de prisa, ella se había estado absteniendo de probar bocado, y ahora comía famélica del delicioso filete.
La joven se bebió toda la copa de vino que se le había servido. Sonó un poco su vaso al dejarla de nuevo en el fino comedor.
— ¿Desea más vino la señorita? — El mayordomo que estaba a poca distancia atendiendo a su señor preguntó.
— Si por favor Eloy. El vino también está delicioso. — Respondió Fiorela con una sonrisa.
Para Adriano no pasó desapercibida, cosa que no le agradó mucho ya que a él no le había dado ninguna todavía.
Después de servirle la copa de vino de nuevo, el mayordomo entendió que debía dejar a la pareja solos.
— Me retiro para darles privacidad. — Hizo una pequeña reverencia y desapareció rumbo a la cocina.
— Entonces... ¿Dónde es que está exactamente tu hermana?
— Ella... ella está en Dubai, en la mansión Casareal. Tenemos que ir a por ella Adriano, no está segura allá con mi padre y mi hermano. Seguro qu