CAPÍTULO ONCE: LLEGO EL MOMENTO DE LA VERDAD.
Christopher Vaughn.
Sabía que mi hijo ya estaba en la ciudad y por eso tuve que presionar un poco y tener la conversación que no pueda esperar para mañana.
Esperé a Matthew en mi despacho. El whisky en mi vaso se agitaba con el movimiento de mi mano, pero mi mente estaba tan quieta como el mármol de mi escritorio.
¡La decisión que había tomado no era fácil, pero era necesaria! Pensó.
La puerta se abrió de golpe y Matthew entró. Su semblante serio y su postura rígida eran un reflejo exacto de mí. Era mi sangre, mi legado, y estaba a punto de romper la confianza que había construido entre nosotros.
— ¿Padre?—dijo con un tono de voz que no admitía formalidades.
— Siéntate, Matthew —ordené, señalando el sillón frente a mí.
Él no se movió. Su mirada se clavó en la mía, buscando una respuesta a la llamada que le hice para que viniera aquí, a esta hora de la noche.
— No, padre. Explícame, ¿qué es toda esa m****a que se dicen? — rugió ofu