Ya vestida y con ayuda de mis amigas, nos marchamos de aquella habitación hacia la zona de los ascensores, subiendo a uno y bajando hasta la entrada del hospital, viendo enfrente de nosotras a Mario, apoyado en su coche, mientras me miraba sonriendo
— Hola cariño, vámonos a casa con nuestra hija — ,me dijo abriendo la puerta de su coche ayudandome a entrar en el
Una vez que llegamos a la casa, nada más entrar por la puerta, me fui al salon donde estaba Claudia con mi pequeña en sus brazos, me senté en el sofá para coger a mi niña, pero tenía todavía bastante dolor en el costado, poniendome Claudia a mi hija encima de mis piernas, La abrace sin poder retener las lágrimas que me caían por mis mejillas, abrazandome Claudia
— Ya pasó mi niña, estas en casa y con tu hija en brazos — me dijo Claudia
— Vale ya de llorar, ahora a recuperarte y asi me podre casar — dijo Sandra
— ¿Pero aún no te has casado? —- pregunte
— No, tu eres mi madrina y sin ti no hay boda, David ya lo sabia, asi que po