“El sol brilla, la luna canta, las estrellas bailan. La armonía perfecta porque ella está de vuelta”.
Astrea abrió los ojos de golpe, pero esa vez todo era más claro, cada objeto que había en la habitación lo veía con los colores más nítidos, más vivos. Su mente se fue aclarando, al mismo tiempo que su corazón comenzaba a latir tan fuerte que sentía que iba a salirse de su pecho. En el instante que recordó todo lo que había pasado con Kael.
«¡Oh, diosa! ¡¿Qué hice?!»
Cerró los ojos y respiró un par de veces de manera profunda, estaba segura de que con eso iba a poder controlarse, extendió la mano para buscar a tientas su teléfono celular. Cuando encontró el aparato lo puso encima de su pecho.
—Otro día de mi3rda —susurró y abrió los ojos lentamente para mirar la fecha y la hora, chasqueó los dientes y se levantó. Hizo una mueca, puesto tenía los músculos un tanto aporreados, como si hubiera hecho mucho ejercicio.
Negó con la cabeza, porque a su mente llegaron como la ráfaga d