Zane
La luz plateada de la luna llena bañaba el claro del bosque donde la manada se había reunido. Zane permanecía de pie sobre la roca ceremonial, su figura imponente recortada contra el cielo nocturno. A su lado, Luna resplandecía con una belleza salvaje que hacía que el corazón del Alfa latiera con fuerza. Esta noche era especial. Esta noche cambiaría el rumbo de sus vidas para siempre.
"Hermanos y hermanas," comenzó Zane, su voz profunda resonando en el silencio de la noche. "Los he convocado bajo la luna llena para ser testigos de mi compromiso con Luna, mi compañera, mi mate, mi igual."
Un murmullo recorrió la multitud. Algunos lobos inclinaron la cabeza en señal de respeto, otros sonrieron abiertamente. La transformación de su Alfa había sido notable para todos. El hombre despiadado y frío que una vez los gobernó con mano de hierro ahora mostraba una faceta que muchos creían inexistente: la capacidad de amar.
Luna dio un paso al frente, su mano entrelazada con la de Zane. El ve