Zane
El amanecer se filtraba por los ventanales de la habitación principal, bañando las paredes con tonos dorados y anaranjados. Zane permanecía inmóvil frente a la ventana, observando cómo su territorio despertaba lentamente. Sus hombros tensos y su mandíbula apretada reflejaban la batalla interna que libraba desde hacía días.
Luna dormía plácidamente en la cama que compartían, su respiración suave y rítmica como una melodía que lo atormentaba y lo calmaba a partes iguales. Cada vez que la miraba, algo en su interior se desmoronaba un poco más. Las murallas que había construido durante años para protegerse comenzaban a agrietarse, y eso lo aterrorizaba.
"El control es poder", se repetía mentalmente, un mantra que lo había mantenido vivo y al mando de la manada más temida del territorio. "El amor es debilidad".
Pero entonces, ¿por qué sentía que su poder aumentaba cuando estaba con ella? ¿Por qué, a pesar de la vulnerabilidad que experimentaba al tenerla cerca, se sentía más fuerte qu