C5 - ¿NO ME PRESENTAS A TU AMIGO?
Habían pasado dos semanas desde la última vez que Draxel y Sofía se vieron.
Catorce días para ser exactos.
Catorce noches en las que él intentó convencerse de que estaba bien, de que lo mejor era dejarla tranquila.
Pero cada vez que cerraba los ojos, la veía.
Riéndose. Llevando su maldita franela. O besándolo con esa mezcla de dulzura y descaro que lo volvía loco.
Y lo peor era que ella no lo había llamado.
Ni un mensaje.
Ni una señal.
Nada.
Se decía a sí mismo que no la necesitaba, que no tenía por qué buscarla. Sin embargo, cada día se encontraba mirando el teléfono, esperando una notificación que nunca llegaba.
Y, aunque se lo negara, la idea de que Sofía pudiera estar con otro lo carcomía por dentro.
Elizabeth era su pasado, su error, pero Sofía... Sofía era un problema nuevo. Uno que lo hacía sentir vivo y miserable al mismo tiempo.
—Tienes cara de perro sin dueño, primo —comentó una voz divertida a su lado.
Draxel levantó la vista y vio a Lux