C39- CONDICIONES.
C39- CONDICIONES.
La mañana siguiente la mansión estaba viva. Afuera, la manada ya se movía en su rutina: jóvenes entrenando, guardias revisando los límites, sirvientes llevando y trayendo cosas. El aire estaba cargado de actividad, pero dentro del comedor principal reinaba una tensión silenciosa.
Rowan estaba sentado en la cabecera, impecable en su porte, con una taza de café en la mano y frente a él, Anya ocupaba su lugar, pero ninguno de los dos se miraba. Ella mantenía la vista fija en el plato, cortando las frutas con movimientos lentos y precisos, como si cada trozo fuera una excusa para no levantar la mirada.
De repente, la puerta se abrió con energía.
—¡Bueeenos díasss, cuñis! —la voz alegre de Sofía llenó el comedor como una explosión.
Anya parpadeó, sorprendida y Rowan giró lentamente la cabeza hacia su hermana.
—¿Y esa cara? —añadió Sofía con una sonrisa traviesa—. Pareces como si te hubieras comido un venado en mal estado.
El alfa dejó el tenedor con calma exagerada