C116-PROMESA.

Cassian se interpuso justo cuando Rowan alzó la mano para el segundo golpe y la estancia entera contuvo el aliento.

—No pierdas el tiempo en esto ahora —dijo Cassian, clavando la mirada en su hijo—. Aiden es más importante ahora.

Fue como si esa palabra encendiera algo de razón en Rowan; porque la furia no desapareció, pero retrocedió un paso y la mano cayó. Respiró hondo, conteniendo la rabia, y entonces señaló a Levi con el dedo temblando.

—Habla, basura —escupió—. Y después tú y yo nos divertiremos.

Levi, aún con la sangre seca en la cara, bajó la cabeza un momento y luego empezó a hablar, con la respiración rota y la voz trémula.

—Lo quiere un rey vampiro —dijo—. Se llevaron al niño porque Aiden es la llave.

La sala quedó helada. Jacob, Cassian y Rowan se miraron un instante que pareció eterno. Entonces Levi siguió y cada palabra era como un filo.

—Hay una profecía —murmuró—. Ese sello... si se rompe, doblegará a los lobos. Y solo la sangre de un niño hijo de un alfa