David miró hacia la cocina cuando escuchó la gritería de las mujeres allá, pero como en vez de correr en todas direcciones se abrazaban y saltaban, no les prestó mucha atención.
—¿Call of Duty o Grand Theft Auto? –preguntó mirando a Maurice y a Daniel.
—Super Mario –contestó Peter sonriendo.
—No te convidé a ti –pero a pesar de decir eso, terminó aceptando su sugerencia.
La velada se fue pasando muy animadamente, y todos comieron de las montañas de comida que habían traído Daniel y Maurice.
Agatha sonrió mirándolos a todos. Maurice tenía una sonrisa en sus ojos más que en su rostro, y a cada momento se giraba para comprobar dónde estaban su mujer o su hijo en caso de que los perdiera de vista. Él estaba bien ahora. Se había preocupado mucho cuando se separó