POV OLÍVIA
Esa mañana me levanté temprano para poder hablar con Gabe antes de que se fuera. Conseguir que pasara la noche en casa fue una victoria, ya que rara vez venía por aquí. Y sabía que se debía al beso que nos dimos junto a la piscina. Si es que podía llamarlo beso, ya que duró unos segundos y sólo tuve tiempo de sentir su cálida lengua y él terminó el roce.
Esa noche me costó dormir por todas las cosas que quería hacer con Gabe después de que me tocara en la piscina. Soñé con la crème brulée en sus labios y lo bueno que debía de ser saborearla desde allí.
¿Por qué ese hombre me conmovía tanto? ¿Fueron sus hermosos ojos azul iceberg? ¿O la forma arrogante en que me trataba, que me hacía desear hacerle sentir la bondad y el amor que existían dentro de mí?
Lo cierto es que cada venganza tenía detrás algo malo que se había hecho... Algo que dolía, dolía, dolía demasiado. Ojalá Gabe me dejara ver su versión de la historia, ¡así podría consolarlo si tenía razón!
¿Estuvo Rarith a su