- Tú... ¿Te acostaste con tu propia hermana? - Se me formó un nudo en la garganta, como si nada más pudiera pasar por ella, ni siquiera la saliva.
Se reía desenfrenadamente. Poco a poco la risa se hizo más fuerte, convirtiéndose en una carcajada que me dolió casi como una puñalada. De la nada, la sonrisa cayó de sus labios y me miró, sus iris de un color azul profundo, como el mar en un día soleado... Que ocultaba la peor de las tormentas.
- ¡Aneliese no es mi hermana!
Aparté la mirada de él, aún más confusa. Era como si tuviera que rogar por cada frase que quería oír. Y no es que no estuviera dispuesta a pedir... Es que no sabía por dónde empezar.
- Soy el hijo de Lars Clifford, padre de Gabe y Jorel.
- Pero...
- Lars conoció a mi madre y se enamoraron. Pero ella era pobre. Su familia nunca aceptaría su matrimonio. Así que se casó con la madre de Gabe y Jorel, porque ella tenía apellido y posesiones. Poco después de la boda, mi madre descubrió que estaba embarazada. Pero Lars Cliffor