- ¿Cómo? ¿Condujiste en una barra de rejilla?
Asintió y habló en voz baja:
- Mi madre trabajaba - miraba a todo el mundo, sin importarle los juicios - en lo que mejor sabía hacer, prostituirse - sonreía y luego me miraba a mí - Me dejaba en casa, sola. Y le pidió a la vecina que me vigilara de vez en cuando. La hija del vecino y yo jugábamos a la pelota por encima del muro que separaba las casas. Era una especie de partido de voleibol individual en el que la pared era la red. En uno de los tiros, la niña golpeó la pelota demasiado fuerte y acabó en el patio del otro lado de mi casa. Lo recuerdo como si fuera hoy... Había un muro de 1,3 metros más o menos y la parte superior estaba hecha de barandillas. Tenía tantas ganas de divertirme jugando que decidí saltar por encima y recuperar la pelota. No conseguí atraparla...
- ¿Quién te ayudó? - La chica quería saber - ¿Te dolió mucho?
- ¿Te dolió? - sonrió - Creo que sí, me dolió. Pero había tantos otros dolores que eran peores... Especialm