POV GABE
Sabía que Olivia estaba a mi lado en la cama y temía abrir los ojos y que ella estuviera despierta, pensando que éramos pareja.
Fingía que todo se debía a la bebida y le decía que no recordaba nada. Eso no sólo la lastimaría, sino que la haría sentir fatal en la cama.
Al final, todo sucedió como debía... Olivia vendió el reloj que me había regalado Mónica y me enfadó tanto que bebí y decidí cumplir su voluntad y follármela. Y no fue difícil darme cuenta de que Chuchu me deseaba ardientemente, que suplicaba mis besos y mis caricias. Y quizás esa era la mejor táctica para seguir adelante: enamorarla. Una persona enamorada era fácil de herir y magullar.
Y luego iría aún más lejos... Tendría un hijo con ella. Y cuando el niño naciera, me divorciaría de ella y me quedaría con la custodia, destruyendo a Olivia y, en consecuencia, al papá que la amaba más que a nada.
Fue necesario que Chuchu se deshiciera de mis posesiones más importantes para que me diera cuenta de que esto no era