Jacob
Me dirigí arriba por las escaleras. Podía ver la bandeja que Isabella dejó. Cubrió cuidadosamente toda la comida con envoltura plástica, incluso el agua.
—Iren, abre. Soy yo —dije mientras tocaba la puerta.
Sin respuesta. Suspiré conocía a mi prima, sabía que intentar otro enfoque con ella si quería que me dejara entrar
—Iren, si no hablas, voy a pensar ya sea que estás muerta o muriendo y tendré que tumbar la puerta.
—¡Vete! —gritó, arrojando algo contra la pared.
—Iren, no eres una niña. Lo entiendo, estás molesta, pero no puedo ayudarte si no me dejas entrar —dije.
Cuando siguió sin responder, suspiré, tomando asiento contra su puerta y estirándome por su bandeja de comida.
—Bien, esperaré. Sabes cómo amo comer pasta fría —bromeé, quitando la envoltura y llenando con la pasta mi boca. No había comido en todo el día. Realmente no traté de probarla tras un segundo, pero el sabor se quedó en mi boca. Ya sea que me hallaba demasiado acostumbrado a la comida de Owen